Las cosas más simples son a veces las más complicadas para describir. La técnica de la servilleta es un ejemplo. Esa técnica nos permite decorar un objeto dando la impresión que ha sido pintado a mano. O recortamos perfectamente los motivos o rasgamos las servilletas a mano.
Muchos soportes se prestan a esa técnica muy sencilla y rápida. Cualquier superficie lisa y rígida puede ser decorada (madera, cartón, piedra, papel maché, velas, cristal, metal…) |
La técnica Lo primero es preparar el soporte, limpiarlo y pintarlo si es necesario. Si pintamos un fondo, (tiene que ser de un color claro para que destaquen los motivos), damos una o dos capas y dejamos secar. Preparamos la servilleta. Recortamos los motivos lo más preciso posible, intentando no dejar fondos. O bien rasgamos con los dedos trozos de servilleta. Las servilletas se componen normalmente de 3 capas. Tenemos que guardar solo la capa impresa, quitamos las dos inferiores. Con el pincel ponemos una gota de barniz cola en el soporte, colocamos el motivo recortado encima y lo recubrimos con el barniz cola, lo alisamos del centro hacia el exterior. Trabajar despacio y con cuidado para no rasgar la servilleta. Podemos alisar con el pincel o con los dedos. Otra manera, es pasar una capa muy fina de barniz cola sobre todo el soporte, esperar un minuto y colocamos los motivos, alisando siempre del interior al exterior, no hay que apoyar demasiado el pincel. Dejamos secar y pasamos una segunda capa de barniz cola. Si queremos dar un acabado más resistente podemos dar una capa de barniz transparente.
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